CURIOSIDADES DE LA MIEL

Las matemáticas y las abejas

Las abejas, cuando guardan la miel, tienen que resolver varios problemas. Necesitan guardar la miel en celdillas individuales, de tal manera que formen un mosaico sin huecos ni salientes entre las celdillas, ya que hay que aprovechar el espacio al máximo. Solo podrían hacerlo con triángulos, cuadrados y hexágonos.

 ¿Por que eligieron entonces los hexágonos, si son mas difícil de construir?

La respuesta es un problema isoperimétrico (del griego “igual perímetro”). Pappus Alejandría (matemático griego) había demostrado que, entre todos los polígonos regulares con el mismo perímetro, encierran mas área aquellos que tengan mayor número de lados. Por eso, la figura que encierra mayor área para un perímetro determinado es el círculo, que posee un número infinito de lados.

Por eso las abejas construyen sus celdillas de forma hexagonal, ya que, gastando la misma cantidad de cera en las celdillas, consiguen mayor superficie para guardar su miel.

Las matemáticas y las abejas

La Comunicación de las abejas

La danza es el sistema de comunicación animal que tienen las abejas obreras para trasmitirle a sus pares, la distancia y dirección de la fuente de alimento (flores), de donde pueden obtener el néctar y polen necesario para la producción de la miel.

Cuando las abejas melíferas descubren una nueva fuente de alimento, regresan a su panal y proceden a informar al resto de las abejas de la colonia la ubicación y distancia a las que se encuentran las flores. Para transmitir dicha información las abejas recurren a una serie de desplazamientos y movimientos, que sus compañeras observan e interpretan

Preguntas sobre curiosidades de las abejas

Una colmena puede albergar entre 40.000 y 60.000 abejas en temporada alta. ¡Es como una pequeña ciudad organizada!

La abeja reina puede vivir entre 3 y 5 años, mucho más que las obreras, que solo viven unas pocas semanas en verano.

¡Más de 4 millones de flores! Y las abejas deben volar unos 100.000 kilómetros para lograrlo.

Sí, mantienen la colmena a unos 35 °C, moviendo sus alas para ventilar o agrupándose para generar calor.

Solo las abejas obreras pican, y lo hacen en defensa propia. Tras picar, mueren, por eso solo lo hacen como último recurso.

Porque son grandes polinizadoras: ayudan a que muchas plantas, frutas y verduras se reproduzcan. ¡Sin ellas, no tendríamos muchos alimentos!