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Los jabones elaborados con miel incorporan este ingrediente natural por sus múltiples beneficios para la piel. La miel destaca por sus propiedades antibacterianas, antioxidantes e hidratantes, ayudando a mantener la piel limpia, suave y protegida frente a los daños externos.
Del mismo modo, las cremas con miel son perfectas para pieles secas o agrietadas, ya que la miel actúa como un humectante natural, favoreciendo la hidratación, la regeneración y el alivio de la irritación. Gracias a su efecto cicatrizante y reparador, este tipo de cosméticos resulta ideal para tratar cicatrices, estrías y otras imperfecciones, dejando la piel nutrida y saludable de forma natural.
El jabón de miel tiene varios beneficios para la piel. Algunos de ellos son:
El jabón de miel se aplica sobre la piel húmeda, se masajea suavemente y se enjuaga con agua tibia, como cualquier otro jabón. Es apto para uso diario en rostro y cuerpo, incluso en pieles sensibles. Gracias a las propiedades de la miel, ayuda a hidratar la piel, suavizarla y protegerla frente a la sequedad.
Además, su acción antibacteriana favorece una limpieza profunda, mientras que sus antioxidantes contribuyen a la regeneración celular y a calmar pequeñas irritaciones. Es una opción natural y eficaz para mantener la piel limpia, nutrida y cuidada a diario.
El jabón de miel es excelente para el cuidado facial gracias a sus propiedades hidratantes y antioxidantes. Aquí tienes una guía sencilla para usarlo:
Usar el jabón de miel 1-2 veces al día es suficiente para mantener la piel limpia y suave.
RANCHO