Descripción
Orégano Hojas
El orégano es una planta aromática originaria del Mediterráneo y muy común en la cocina. Sus hojas son utilizadas como especias para dar sabor a diferentes platos, pero también tienen propiedades medicinales.
Orégano beneficios
El orégano es una hierba con múltiples beneficios para la salud, gracias a sus propiedades antioxidantes, antibacterianas y antiinflamatorias.
Principales beneficios del orégano:
- Antioxidante natural: Protege las células del daño causado por los radicales libres, ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro.
- Antibacteriano y antifúngico: Su contenido en carvacrol y timol lo hace eficaz contra bacterias y hongos, contribuyendo a la prevención de infecciones.
- Fortalece el sistema inmunológico: Rico en vitaminas A, C, E y K, además de minerales como hierro y magnesio, que favorecen la salud general.
- Mejora la digestión: Ayuda a aliviar problemas estomacales, como la hinchazón y los gases, al estimular la producción de enzimas digestivas.
- Efecto antiinflamatorio: Puede reducir la inflamación, lo que lo hace beneficioso para personas con enfermedades crónicas.
- Alivia problemas respiratorios: Se usa en infusiones para tratar la tos, los resfriados y la congestión nasal.
- Regula el azúcar en sangre: Puede ayudar a mantener niveles equilibrados de glucosa, siendo útil en el control de la diabetes.
Se puede consumir fresco, seco, en infusión o en aceite esencial para aprovechar sus propiedades al máximo.
¿Cómo se toma el té de orégano y para qué sirve?
El té de orégano se prepara con una cucharadita de sus hojas secas en una taza de agua caliente, dejándolas reposar entre 5 y 10 minutos antes de colar. Puede tomarse 1 o 2 veces al día, solo o acompañado de miel y limón, siendo ideal después de las comidas para aprovechar mejor sus propiedades.
Gracias a sus compuestos antioxidantes y antiinflamatorios, esta infusión ayuda a mejorar la digestión, aliviar gases y cólicos, reforzar el sistema inmunitario y apoyar en resfriados leves por su efecto expectorante. También puede favorecer la salud cardiovascular y proteger frente al estrés oxidativo. Eso sí, no se recomienda durante el embarazo, lactancia ni en personas que toman anticoagulantes sin supervisión médica





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